Ciudadanos de segunda

Recuerdo cuando en 1999 acaba yo de terminar mi carrera universitaria y con el Título a falta de ser enviado a la Universidad para recogerlo y terminado el CAP, me disponía a enfrentarme al mundo laboral.
Por mis estudios, estaba abocado a enzarzarme con oposiciones estatales, ya que otra salida no tenía (quede claro también que era mi intención desde el principio) así que me fui tan contento a un sindicato para ver qué previsión de plazas había para ese año entrante.
En las oposiciones a las que yo me presentaba (Cuerpo de Profesores de Secundaria), ocurre lo siguiente: los años impares se convocan plazas, por lo general, de maestros y en los pares se convocan de secundaria. Pero no obstante, muchas Comunidades, sobre todo las nacionalistas, pueden optar y optan en muchas ocasiones, por ofertar anualmente plazas tanto de maestros como de secundaria.
Pues bien, corría como he dicho el año 1999 y me planté en el sindicato para ver la oferta que tenían prevista. Durante ese año sólo ofertaba plazas Cataluña y yo me disponía a presentarme pero rápidamente me pararon los pies: "¿posees certificado de idioma (el catalá)?"
Recuerdo que empecé a preguntar por qué se consentía todo eso, que era anticonstitucional, que se podía llevar a los juzgados y lo único que me encontraba como respuesta era "ya, sí, si lo sabemos" pero no se hacía nada. Desde ese momento, no creo en ningún sindicato.
Hasta el 2001, año en el que me presenté en Valencia, en Comunidades como Valencia y Galicia, podías presentarte y si obtenías plaza, realizabas un curso de idioma para luego demostrar la realidad lingüística de la Comunidad. Pero eso ya no ocurre, ese fue justamente el último año y con toda razón estas Comunidades vinieron a hacer lo mismo que Cataluña y así, sólo se pueden presentar los afortunados que hayan estudiado el idioma, es decir, los que viven en la Comunidad.
Por esta regla de tres, mi argumento en el sindicato fue muy sencillo: ya que estas Comunidades hacen esto (entre otras cosas para darles la opción de presentarse en otra Comunidad) el resto que no es "nacionalista" podía incluir una cita en su Diario Oficial o Boletín de la Comunidad que indicase que, como requisito imprescindible para presentarse en esa Comunidad, debe uno llevar viviendo al menos dos años (certificado de empadronamiento de por medio). Esto es por poner un ejemplo.
Hace unos años, cuando Rodríguez Ibarra era presidente extremeño, fue llevado al programa de Julia Otero de "Las cerezas" junto con Carod Rovira y cuando el primero le preguntaba que por qué su hija no podía estudiar en la Autónoma de Barcelona al no conocer el catalán, el otro se iba por los cerros de Úbeda con la realidad lingüística y demás.
Así pues, nos vemos abocados a ser segundos platos. Yo como lingüista, me habría encantado saber euskera, gallego y demás lenguas pero nuestro sistema educativo no está orientado hacia ellas. Sin embargo, sí es idioma oficial el castellano y se debe estudiar en todos los centros españoles y, por tanto, uno tendría que tener derecho a presentarse por uno de los dos.
Me estoy acordando ahora de un defensor del catalanismo que me decía: "perdona, si tú vas a Inglaterra, ¿qué hablas?" y mi respuesta fue "Inglaterra es otro país distinto a España, por tanto, hablaría inglés porque es su idioma oficial, sin embargo, diga lo que se diga hasta el día de hoy, Cataluña es una Comunidad Autónoma que pertenece a España, así pues, estoy en todo mi derecho de hablar castellano".
Yo lo tengo muy claro, si quieren independizarse me parece estupendo, derecho de determinación y santas pascuas. Eso sí, tanto para lo bueno como para lo malo (ya me imagino al F.C. Barcelona jugando la Liga Catalana)

Digan lo que digan los políticos, en España existen dos clases de ciudadanos bien diferenciadas y en los últimos años estamos siendo más conscientes de ello:

- Por un lado, tenemos al ciudadano de una región "nacionalista" que se encuentra con pleno derecho a formar parte del funcionariado no sólo en su Comunidad (véase el caso de Galicia, Valencia, Cataluña, Baleares y País Vasco) sino también en las demás Comunidades que no tienen lengua cooficial.
- Por otro lado, tenemos a los ciudadanos sin lengua cooficial que, "por sólo hablar castellano", no se les permite forma parte del funcionariado en otras Comunidades, como son las nacionalistas, ya que no poseen el certificado lingüístico que les posibilite presentarse.

Así pues, olvídense asturianos, manchegos, riojanos y demás de aspirar a un puesto del sector administrativo en esas Comunidades si antes no pasa por "vicaría educativa". Lamentable. Y luego los telediarios se llenan de pamplinas. Este país de pena.

Os dejo un reportaje de Telemadrid sobre ciudadanos de segunda, en alguna manera, relacionado con el artículo expuesto.